viernes, 22 de febrero de 2013

La inducción artificial del parto

La inducción artificial del parto es una práctica médica muy habitual hoy en día para iniciar el proceso de nacimiento o acelerar el trabajo de parto[1], y muchas mujeres se someten a ella sin conocer totalmente sus implicancias, riesgos y desventajas.

Artículo de actualización sobre este tema:
¿Debiéramos Prohibir la Inducción del Trabajo de Parto?

Hay razones médicas legítimas para una inducción como por ejemplo: cáncer, hipertensión, diabetes, falla renal, un bebé demasiado pequeño para su edad gestacional, un descenso significativo en el volumen de líquido amniótico ó una muerte intrauterina seguida de una larga espera para que el parto se produzca.
En estos casos, es más probable que los riesgos de la inducción queden sopesados por los riesgos de esperar a que el proceso natural se inicie. Muchos estudios concuerdan en que menos del 10% de las mujeres requieren una inducción por razones médicas. Por ese mismo motivo la OMS[2] establece que ese debería ser el porcentaje máximo de inducciones en las instituciones de cualquier nivel de complejidad.


Sin embargo, los índices suelen ser mucho mayores y van en aumento. A pesar de las técnicas modernas, la inducción del parto aún implica un riesgo considerable comparado con el comienzo natural del parto, y muchas si no la mayoría de las inducciones se realizan por razones que no están apoyadas por una sólida investigación médica.
El mayor problema es la desin-formación y la creencia generalizada de que los obstetras pueden iniciar el parto a voluntad sin desventajas de los procedimientos utilizados. Muchas mujeres ya sea por temor (especialmente pasada la semana 40 sin indicios de parto), ansiedad o para aprovechar mejor los cortos tiempos de licencia maternal, aceptan someterse a la inducción si no hay riesgos asociados. Asumen, erróneamente, que los profesionales de la salud que las atienden les informarían de las posibles desventajas vinculadas al procedimiento si existieran, pero esto casi nunca ocurre.
Antes, las mujeres que llegaban al hospital con un trabajo de parto incipiente eran enviadas de regreso a su casa o a caminar por los pasillos. Hoy en día, con una gran variedad de de drogas disponibles y el poco conocimiento público de sus efectos secundarios, hay menos interés e incentivo para priorizar los métodos más naturales.

Desventajas y riesgos de la inducción para la mujer
El trabajo de parto inducido artificialmente es muy diferente al trabajo de parto espontáneo. La mujer tiende a tener contracciones más intensas, frecuentes, fuertes y significativamente más dolorosas, de modo que es muy común que una mujer que podría haber afrontado un trabajo de parto espontáneo, no pueda soportar uno inducido y como consecuencia necesite recurrir a la medicación para el dolor (la cual también tiene sus pros y contras).



Adicionalmente, las mujeres que son inducidas son obligadas a quedarse acostadas (posición que incrementa la sensación del dolor e incomodidad y es probadamente la menos adecuada para el progreso del descenso fetal por el canal de parto) al mismo tiempo que ven su movilidad totalmente reducida por la vía intravenosa y/o el monitoreo fetal constante.



La inducción artificial farmacológica puede causar ruptura uterina (que, si bien es rara, es mucho menos rara en estos casos que con un trabajo de parto espontáneo), lo cual requiere una cesárea de emergencia. También está asociado con este método el aumento en la hemorragia posparto.



Las madres primíparas (primerizas) tienen aproximadamente el doble de posibilidades de sufrir una cesárea con una inducción comparado con un comienzo natural del parto. Este riesgo se debe al procedimiento en sí, y no por ninguna razón que podría haber provocado la inducción del parto.
Las mujeres que han tenido previamente partos vaginales podrían aumentar en cinco veces sus posibilidades de una cesárea si el cuello del útero no está preparado para el parto y se les administra agentes de maduración cervical (prostaglandina sintética).
Las mujeres con cesáreas previas tienen una probabilidad ligeramente mayor de que la cicatriz ceda con una inducción con oxitocina sintética (8/1000 vs  5/1000 con comienzo espontáneo del parto) y un riesgo mucho más aumentado cuando se usan prostaglandinas (24/1000) para la maduración cervical o para la inducción.

Desventajas y riesgos de la inducción para el bebé
La principal justificación para las inducciones suele ser para evitar riesgos y reducir el número de bebés con algún compromiso en su salud.
No obstante, todos los agentes de inducción pueden causar hiperestimulación uterina (contracciones más frecuentes, largas e intensas)  y ésta puede causar sufrimiento fetal dado que el flujo de sangre oxigenada de la placenta al feto se ve afectado. Esto significa que, paradójicamente, la inducción del parto justificada en la preocupación de la condición fetal podría causar justamente el problema que la inducción pretendía impedir mientras que el bebé podría haber tolerado un parto natural.



Otra desventaja es que la inducción está asociada a un aumento en el pasaje de meconio durante el trabajo de parto, probablemente porque el bebé está más estresado y exigido que con un trabajo de parto espontáneo. Y si hay meconio en el líquido amniótico, el bebé puede inhalarlo y tener serios problemas respiratorios al nacer. También la ictericia es más frecuente luego de una inducción.



Todos estos factores anteriormente mencionados son los que provocan un mayor índice de cesáreas asociadas a la inducción farmacológica. Porque al sospechar o detectar alguno de los problemas anteriormente mencionados en el bebé, generalmente se opta por una cesárea (intervención mayor que también conlleva sus propias desventajas). Lo malo es que para justificar la cesárea se alude, por ejemplo, al “sufrimiento fetal” y no a un “efecto colateral” del proceso de inducción, que sería en realidad el motivo. Y así no solo se afecta y pone en un riesgo mayor a la salud de la madre y el niño, sino que también se compromete emocionalmente a ambos, especialmente a la madre que queda con una sensación de “haber fallado” o “no haber sabido/podido parir” (cuando en realidad lo que falló fue el procedimiento).



Por último es importante mencionar que existe el riesgo de prematuridad iatrogénica. Esto significa que el bebé nace prematuro debido a un nacimiento inducido en base a una fecha probable de parto incorrecta. Aunque parezca difícil de creer, dado que existe la creencia de que la medicina está muy avanzada como para cometer este tipo de errores, la realidad es que ocurre con mayor frecuencia de lo que la mayoría de los obstetras se animan a reconocer.

Rotura artificial de membranas (bolsa de las aguas)
Otro método para inducir o acelerar el parto es la rotura artificial de la bolsa de las aguas, que realiza el profesional de la salud, como un componente rutinario del proceso, introduciendo un instrumento en la vagina y rasga las membranas que contienen el líquido amniótico.



Si bien suele ser efectivo, iniciándose el trabajo de parto dentro de las 24 horas posteriores en un 70 a 80% de los casos, el problema reside en que el 20-30% restante experimentará una alta incidencia de infección intrauterina.




Adicionalmente, este procedimiento es poco recomendable porque:
·   el bebé pierde el colchón de agua que amortiguaba la presión sobre su cabeza durante las contracciones, lo cual puede causar sufrimiento fetal
·    aumenta el riesgo de que el cordón quede comprimido durante las contracciones reduciendo el nivel de oxígeno que llega al feto
·   reduce considerablemente la posibilidad de reacomodamiento si el feto está mal posicionado para el nacimiento
Todos los puntos anteriormente mencionados suelen derivar en una cesárea.



También podría precipitar un prolapso del cordón umbilical (una situación de emergencia letal para un bebé, en la que el cordón umbilical sale por la vagina). Un cuarenta por ciento de nacimientos a término con prolapso del cordón umbilical eran partos inducidos, subiendo hasta el 50% de nacimientos con prolapso en la semana  42 o más.



LA INVESTIGACIÓN MÉDICA NO APOYA LOS FUNDAMENTOS COMUNES DE INDUCCIÓN (CIMS)
·         La inducción electiva del parto, esto es aquella inducción que se realiza por razones no médicas tales como por conveniencia, expone a las madres y los bebés a los peligros de una inducción sin ningún beneficio de contrapeso.
·         La inducción del parto por sospecha de bebé macrosómico (muy grande) no produce beneficios pero aumenta la posibilidad de una cesárea.
·         No existe evidencia creíble que apoye la inducción del parto en mujeres con diabetes gestacional comparado con diabetes pre-existencial.
·         La inducción rutinaria del parto por rotura temprana de membranas (espontánea) no reduce la incidencia de infección neonatal con la excepción de aquellas mujeres que tengan resultados positivos del estreptococo del Grupo B que no reciben antibióticos intravenosos durante el parto.
·         La inducción del parto en aquellas mujeres con estreptococos del Grupo B no ha mostrado mejorar los resultados cuando se administran antibióticos, independientemente del estado de las membranas y no forma parte de las directrices recomendadas por los Centros de Control de Enfermedades.
·         Los estudios que insisten en apoyar la inducción rutinaria del parto en la semana  41 del embarazo tienen graves defectos. Ninguna investigación apoya la inducción rutinaria en cualquier punto más temprano del embarazo; ninguna investigación sólida apoya la inducción del parto en cualquier momento del embarazo.
·         Los defensores de la inducción del parto a término argumentan que el índice de mortalidad perinatal y los índices de otras complicaciones del recién nacido aumentan significativamente después de esa fecha, pero de hecho, estos índices no demuestran tal aumento. La inducción en la semana 41 de una población hipotética de 100.000 madres primíparas prevendría teóricamente 120 muertes fetales que ocurrirían estadísticamente durante la siguiente semana, pero:
o   No conocemos cuántas muertes podrían realmente prevenirse mediante la inducción rutinaria puesto que son eventos impredecibles en mujeres sanas con bebés sanos y formados normalmente.
o   Ese número no pesaría más que algunos bebés que fallecen como resultado de los peligros de la inducción.
o   Cualquier reducción en las muertes fetales no compensa las pérdidas por infertilidad, aborto y pérdidas fetales y de recién nacidos, consecuencias de las excesivas cesáreas. (Véase Los Riesgos de Parto por Cesárea para la Madre y el Bebé, una hoja informativa del CIMS)
o   Cuarenta y una semanas es el tiempo medio de un embarazo en madres primerizas saludables. Esto significa que la mitad de tales embarazos durarán más que las cuarenta y una semanas.
o   Si no hubiera una razón para acortar el tiempo natural del embarazo, no hay ninguna razón para medidas tales como despegar o arrastrar las membranas, lo que en sí produce la posibilidad de riesgo.



De la información relevada se desprende que las intervenciones que pueden parecer inocuas, como la inducción artificial del parto, en realidad no son tales sino que conllevan sus riesgos. Y es muy importante sopesar beneficios y desventajas de cada procedimiento previamente, evaluando indicios, factores de riesgo, posibilidades de éxito y alternativas posibles.



Los estudios y la experiencia demuestran que si se deja que el trabajo de parto se inicie y desarrolle a su debido tiempo, respetando el proceso y minimizando las intervenciones que no tengan una probada justificación médica, las posibilidades de que acontezcan complicaciones es muy baja.
Entonces sería muy recomendable que ante una indicación de inducción artificial la mujer pueda, en primer lugar, entender claramente lo motivos por los cuales se da esa indicación, conversar con el profesional de la salud todos los aspectos vinculados con este procedimiento, si hay realmente una urgencia para iniciar el parto ó si se pueden considerar alternativas más naturales y ser ella la que decida.

Fuentes
·         “Ina May´s Guide to Childbirth”, Ina May Gaskin, 2003 Batham Books
·         “Problemas & Hazards of Induction of Labor: Facts Sheet”, Coalition for Improving Maternity Services (CIMS)  www.motherfriendly.com
·         OMS, “Appropriate technology for birth” .Lancet1985;2(8452):436--‐437.
·         “The Birth Partner” Penny Simkin, 2008 Harvard CommonPress

Links Relacionados
http://www.elpartoesnuestro.es/blog/2012/09/22/induccion-al-parto
http://ecologiadelnacer.cl/goteos-de-oxitoxina-sintetica/
http://diariodeunamamifera.wordpress.com/2013/09/19/de-la-horita-corta-y-otras-historias/



[1] dentro de los parámetros médicos que muchas veces no se condicen con la realidad del proceso fisiológico
[2] Organización Mundial de la Salud

Métodos de estimulación para el inicio del parto, en un embarazo a término

Si bien consideramos que lo más importante es que las mujeres confíen en su cuerpo y se respete el inicio espontáneo del proceso de parto, hay ocasiones en que la madre o la pareja y los profesionales de la salud reconocen y acuerdan que continuar esperando el nacimiento por mucho tiempo más implica un riesgo inaceptable para la madre y/o el bebé.
Bajo alguna de estas circunstancias, puede que una inducción inmediata sea requerida (ver razones médicas legítimas para una inducción en “La inducción artificial del parto”); pero en la mayoría de los casos la necesidad no es urgente por lo que se pueden intentar los métodos más “naturales”, no farmacológicos, usualmente efectivos y mucho menos invasivos o riesgosos*.
Contar con esta información y recursos prácticos es beneficioso para la mujer porque la empodera y le brinda mayor seguridad y autonomía respecto de su propio parto, dándole opciones alternativas a las intervenciones médicas para considerar.

Es importante tener en cuenta estas alternativas sabiendo que muchas instituciones y profesionales suelen ofrecer o programar una inducción a partir de la semana 39 sin ninguna razón médica. Otras veces son las mismas mujeres las que por diferentes motivos consideran una inducción electiva.
Si bien toda mujer está en su derecho de tomar decisiones sobre sí misma, es crítico que se asesore y esté bien informada de todos los aspectos positivos y negativos antes de hacerlo (ver “La inducción artificial del parto”).
Sin embargo, dado que la mayoría de instituciones y profesionales consideran la semana 41 como límite de espera para el inicio espontáneo del parto (límite muy discutible, por cierto), algunas mujeres desearán intentar con estos métodos al acercarse a esa fecha para tratar de evitar la inducción farmacológica.

Caminar
Es poco probable caminar inicie el trabajo de parto, pero puede ayudar a acelerar o intensificar un trabajo de parto incipiente o lento.

Estimulación de los pezones
Estimular los pezones de la madre provoca la liberación de oxitocina, la hormona que provoca contracciones en el útero.
La estimulación la puede realizar la mujer u otra persona (su pareja, por ejemplo) y se recomienda iniciar estimulando suavemente un pezón. Continuar intermitentemente por algunas horas. Si las contracciones no comienzan, intentar con ambos pezones también intermitentemente por algunas horas.
Otro modo de estimular es usando una bomba saca-leche eléctrica, también de a un pecho por vez intermitentemente y si no surte efecto en varias horas, se intenta con ambos al mismo tiempo.
Consideraciones: este método puede no surtir efecto si la mujer está amamantando, dado que el organismo se ha acostumbrado a niveles altos de oxitocina, ó si el cuello del útero no está lo suficientemente maduro o borrado. También es importante ser cautelosos con la estimulación y evaluar la intensidad de las contracciones porque en algunos casos provoca contracciones muy fuertes y largas que pueden causar stress al feto.

Relaciones Sexuales
Tener relaciones sexuales con orgasmo es la estimulación más efectiva. El orgasmo produce la liberación de oxitocina y contracciones en el útero, y puede además provocar que se liberen prostaglandinas, que maduran el cuello del útero. El semen también contiene prostaglandinas.

Masajes y visualización
Masajar la panza con movimientos circulares (no caricias). Hablar con el bebé, animarle a salir, la mujer visualiza su cuerpo,  su útero, animándole a que se abra.

Acupuntura o Acupresión
Algunos puntos de acupresión (shiatsu) pueden ser activados para estimular las contracciones. Es un recurso que está bastante accesible, si bien se recomienda hacerlo con aprobación del profesional de la salud que atiende a la madre y concurrir a un profesional de terapias alternativas calificado y preferentemente especializado en embarazo.
Como provocar el parto con acupuntura

Separar las membranas
Este procedimiento es algo invasivo y doloroso. El profesional de la salud realiza un tacto vaginal y con dos dedos separa la bolsa de las aguas del cuello del útero. Esto estimula la producción de prostaglandinas.
Si bien no hay riesgos de hiperestimulación uterina o de causar stress al feto, existe la posibilidad de que si no se hace cuidadosamente se pueda romper la bolsa de las aguas.
Este procedimiento en ocasiones es realizado sin informar a la mujer. Solamente se le dice que se le va a realiza un tacto para evaluar el estado del cuello o la dilatación. El indicio suele ser cuando dicen “que no se asuste si tiene pérdida de flujo con sangre”. Hacer esto sin informar adecuadamente y obtener el consentimiento de la mujer es una falta grave por parte del profesional.



* no solo ponen en riesgo la salud de la madre y el bebé sino que además ponen en riesgo el normal desarrollo del trabajo de parto y su culminación por vía vaginal.

Cómo recibimos a nuestros bebés


Cuando los niños vienen al mundo, lo primero que hacen es llorar.
 Y todos se regocijan.
"Mi bebé está llorando!" la madre exclama alegremente, asombrada de que algo tan pequeño pueda hacer tanto ruido.
¿Y cómo reaccionan los demás?
Los reflejos son normales. La máquina funciona.
Pero ¿somos máquinas?
¿No es el llanto siempre una expresión de dolor?
¿No es posible que el bebé sienta angustia?
¿Qué nos hace suponer que el nacimiento es menos doloroso para el niño que para la madre?
Y si es así, ¿a alguien le importa?
Nadie, me temo, a juzgar por la poca atención que prestamos a un bebé cuando llega.
Es una tragedia que todos estamos tan decididos a creer que esta "cosa" no puede oír, no puede ver, no puede sentir...
¿Qué otra prueba necesitamos?
Esa expresión trágica, esos ojos fuertemente cerrados, esas cejas palpitantes…
Esa boca aullante, esa cabeza retorciéndose tratando desesperadamente de hallar refugio…
Esas manos estirándose hacia nosotros, implorando, suplicando, luego retirándose para proteger la cara—ese gesto de temor.
Esos pies que patean furiosamente, esos brazos que de pronto empuzan hacia abajo para proteger el estómago.
La carne que es un gran estremecimiento.
¿Este bebé no está hablando?
Cada centímetro de su cuerpo está chillando: “No me toques!!”
Y al mismo tiempo implorando: “No me dejes! Ayúdame!”
Dr F. Leboyer (“Nacimiento sin Violencia” 1974)

Lo que un niño necesita ni bien nace es el contacto con su madre, piel con piel, oir su voz, reconocerla. Necesita un ambiente cálido, en penumbras y sin ruidos.
Necesita tiempo para adaptarse a la respiración sin corte prematuro del cordón (que le administra oxigeno de respaldo por unos cuantos minutos).
Necesita que lo sostengan suavemente, ya que su piel es extremadamente sensible.
Necesita RESPETO desde el primer minuto, como un ser humano.
Las rutinas médicas pueden esperar e incluso algunas son totalmente innecesarias. Y de realizarlas, no es indispensable separarlo de su madre para hacerlas.

Tengamos en cuenta que existen otras formas más amorosas de recibir y tratar a nuestros bebés.
Como este tipo de baño (que de hecho en Dr Leboyer propone por primera vez en su libro con una técnica similar para relajarlos luego del nacimiento y facilitarles la adaptación al mundo exterior):

Gracias Marie por el video!!

Tú sabes, tú puedes, tú decides

La persona que más sabe de tu parto eres tú. La matrona o el ginecólogo deben estar para acompañarte en el proceso si éste se desarrolla sin problemas, o para intervenir si realmente es necesario. Llegado el momento y aunque sea tu primera vez, sabrás parir. No se trata de un conocimiento racional que podamos expresar en palabras, sino de un saber instintivo. Una mujer de parto, con libertad de movimientos, sabe qué posturas adoptar en cada momento para facilitar el paso del bebé por el canal del parto. No es necesario que nadie le enseñe a respirar, ya que ella misma irá, de manera inconsciente, adecuando su respiración a las circunstancias. Y si no se usa epidural, tampoco es necesario decirle cuándo y cómo empujar: la mujer lo hará cuando sienta la necesidad. Confía en la sabiduría de tu cuerpo.

Las mujeres no necesitamos prepararnos especialmente para parir. Parir es un acto fisiológico, natural e instintivo, que toda embarazada es capaz de llevar a cabo. Piensa que si has sido capaz de concebir y gestar a tu hijo, también serás capaz de parirlo. Tus antepasadas lo hicieron, a lo largo de la historia de la humanidad la mujer ha podido parir incluso en peores condiciones de salud, sanitarias y ambientales que de las que disfrutamos actualmente. Si tu embarazo ha sido normal, el parto no tiene por qué dejar de serlo, y si se dan las condiciones adecuadas a tu alrededor, todo seguirá su curso y darás a luz perfectamente sin sufrimiento ni intervenciones innecesarias. Confía en tu capacidad para hacerlo.

Según la OMS: "Toda mujer tiene derecho a una atención prenatal adecuada  y un papel central en todos los aspectos de dicha atención, incluyendo participación en todos los aspectos de dicha atención, incluyendo participación en la planificación, ejecución y evaluación de la atención...Toda la comunidad debe ser informada de los distintos métodos de atención al parto, de modo que cada mujer pueda elegir el tipo de parto que prefiera." -Recomendaciones de la OMS sobre el nacimiento. Declaración de Fortaleza de 1985.

Tú decides como quieres vivir este momento, con quién deseas compartirlo y dónde quieres que tenga lugar. Es tu derecho, tu privilegio y tu responsabilidad. Cada parto y cada nacimiento son únicos, irrepetibles e inolvidables tanto si los vivimos con gozo y satisfacción como si los experimentamos con miedo, sufrimiento y tristeza.  Es tu cuerpo, es tu parto, es tu bebé: tú decides.

http://www.elpartoesnuestro.es/informacion/parto/tu-sabes-tu-puedes-tu-decides

Buenas noticias!! Sueño Infantil

Accedé en http://www.suenoinfantil.net/

Dos mujeres científicas, María Berrozpe, doctora en Ciencias Biológicas, y Gemma Herranz, doctora en Ciencia e Ingeniería de Materiales, aúnan su experiencia investigadora con su condición de madres y nos ofrecen una puesta a punto acerca de la realidad del sueño de los bebés humanos.
Cada familia actúa como mejor sabe o puede, pero estamos seguras de que la información de calidad es una herramienta indispensable para hacer una elección consciente sobre las alternativas más saludables y felices para nuestros hijos a corto y largo plazo, y para la convivencia familiar y social en su conjunto.

Los expertos que trabajan como prescriptores y divulgadores de salud están éticamente obligados a mantenerse actualizados, a separar sus creencias personales de las evidencias científicas y por lo menos a reconocer las distintas aproximaciones que existen al respecto y sus correspondientes sustentos empíricos, científicos y/o culturales.
Con este estudio comparativo y su exhaustiva revisión bibliográfica -publicado en formato blog de modo que pueda actualizarse periódicamente y ser accesible a todo el mundo- las autoras pretenden contribuir a que tanto padres y madres como profesionales de la salud y la pedagogía, tengamos acceso fácil pero serio a la información relacionada con este tema, y podamos comentar, aportar, difundir… y finalmente comprender entre todos de qué se trata el “problema” del sueño con nuestros niños.

Por favor, comparte esta información con todas las familias que tengas a tu alrededor, que se sepa de una vez por todas lo que dice la ciencia respecto al sueño de los bebés y niños, y con ese conocimiento, que cada uno decida de manera informada.

Orígen y Misión

El nacimiento es un evento único y trascendental en la vida de cualquier mujer y del niño. Y por lo tanto debe vivirse con conciencia plena del hecho de que las primeras sensaciones e impresiones dejan una huella de por vida.  
Como mamá, durante mis propias experiencias, descubrí su magia y lo afortunadas que somos como mujeres de poder ser protagonistas de un suceso semejante. Al mismo tiempo noté que socialmente no se valora ni se apoya adecuadamente a las mujeres maternantes, hemos dejado de lado muchos aspectos importantes, entre ellos nuestro propio instinto, la conexión con nuestro propio ser y la confianza en esa fuerza femenina sagrada, primordial y creadora que todas llevamos dentro. Y también que esto provoca dolencias, síntomas, miedos y enfermedades si no nos permitimos escucharnos, escuchar el cuerpo, las emociones. 
Luego de un largo proceso he concluido que mi misión es acompañar y preparar a otras mujeres en este proceso mágico, místico, ser su apoyo y sostén, ayudar a despejar dudas, a enfrentar los miedos, a descubrise, a pensarse como mujeres madres, a conectarse consigo mismas y con sus bebés, a transitar este camino sabiéndose acompañadas y empoderadas, para que al final la experiencia resulte positiva.

También me he propuesto llevar luz, conciencia, a todas las mujeres, madres o no, para que ellas también sepan, comprendan y puedan ser sostén de otras mujeres en su maternaje, puedan acompañar de otro modo a sus hijas durante su crecimiento, comprender desde otra perspectiva, criticar menos, opinar menos, apoyar más, formar redes, registrar los linajes y curar las heridas.

Porque estoy convencida de que el cambio llegará a través de nosotras las mujeres y que todavía resta mucho camino por andar.
Ma. Laura Cometta - Doula
mamá de Joaquín y Alfonsina